excomandante del Gaula

Redacción: WRadio

Durante el evento de reconocimiento a las ejecuciones extrajudiciales en el Casanare, propiciado por la Comisión de la Verdad, el excomandante del Gaula de ese departamento mayor (r) Gustavo Soto Bracamonte pidió perdón a las víctimas y realizó duros señalamientos en contra de sus superiores por ejecuciones extrajudiciales. 

Soto Bracamonte, quien en el pasado ya se ha referido al excomandante del Ejército general Mario Montoya, aseguró que, «Montoya fue lo peor que le pudo pasar» a la institución, por cuenta de sus políticas en las que solamente pedía «litros y litros de sangre». 

«Yo lo digo y lo seguiré diciendo porque es lo que a mí me consta, lo peor que le pasó al Ejército fue la comandancia del general Mario Montoya, porque siempre nos evaluó pidiéndonos litros de sangre, y por esos litros de sangre es por los que me toca hoy responderles a todos ustedes, no tuve la gallardía para negarme» sostuvo. 

Incluso, se refirió a las amenazas que, según él, el general Montoya en su condición de comandante hacía a sus subalternos en las divisiones, brigadas y batallones, mediante programas o reuniones. 

Lo anterior, para que entregaran bajas y más bajas. «Pude ver en los programas cómo Montoya amenazaba a los comandantes donde les decía que los relevaría por no brindar resultados (bajas) (…) En 2006 en una reunión en Villavicencio, amenazó con relevar a un coronel comandante del Batallón Joaquín París, infortunadamente me tocó la época más difícil, la de Montoya» aseguró. 

Asimismo, señaló que a su juicio el número de ejecuciones extrajudiciales que se conocen en el país superará los 6.402 casos que hasta el momento ha documentado la JEP. «Hoy en día estamos hablando de 6.402 víctimas, reflejadas en operaciones de ejecuciones extrajudiciales, alrededor de 3.200 militares sometidos a la jurisdicción, porque yo se que muy pronto vamos a superar esa estadística porque son muchos más, en los años 2006 a 2008 en el mando del general Montoya fue donde se desbordaron los falsos positivos» indicó. 

Otro de los oficiales que pidió perdón fue el sargento segundo (r) Faiber Amaya, quien también integró el Gaula del Casanare. Amaya señaló que fue fácil para «unos pocos» hacer creer que la guerra se estaba ganando, a costa de los soldados. 

«Que fácil es hacer de la guerra el mejor de los escenarios del éxito de algunos pocos, que nos exigían resultados todos los días y se basaban por un tablero y señalaban simplemente diciendo no hay resultados, necesitamos litros de sangre» afirmó. 

Las víctimas también intervinieron, así fue el caso de Jorge Avendaño, padre de dos jóvenes de 25 y 14 años, convertidos en falsos positivos en el año 2007 por integrantes de la Decimosexta Brigada del Ejército. 

«Queremos contar nuestro dolor y que el estado colombiano baje la mirada a estas familias que han afectado tanto, no hay nada que reponga la vida de ese ser humano, eso no se lo deseo a nadie. A los victimarios les digo de corazón que no estamos detrás de venganza. Tengo el corazón partido todavía» expresó.

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